Como ya dije anteriormente, vivíamos en una casa en la que teníamos que compartir muchas cosas. En el caso que os cuento hoy, mi hermano y yo, el mismo dormitorio con una cama litera... él dormía arriba (así se estipulaba para los mayores) y yo abajo.
Es varios años mayor que yo... concrétamente, cuatro. Yo aún era pequeño y no entraba dentro de mis "metas" nada relacionado con el sexo (quedaría muy poco).
A la hora exacta, nos mandaban "¡¡¡a la cama!!!". Mi hermano se subió a la suya y yo a la mía, calladitos. Pasó una media hora. Estaba oyendo a lo lejos que los "mayores" veían la tele. Y en eso estaba pensando cuando, de pronto, comencé a no tar un movimiento extraño en la litera. Esperé un par de minutos pero aquello seguía... unido a algún débil jadeo.
Al fin paró. Yo era lo suficientemente inocente como para imaginarme lo que en la cama de arriba estaba ocurriendo. Por ello, continué en silencio. "Oscar", me llamó mi hermano. "Ven, mira". Me levanté y miré.
En aquel momento era un ídolo. "Puedes tocarla"... con cierto respeto pero con admiración hacia mi hermano mayor, la tomé con mi manita. La sensación fue espectacular. Caliente, rugosa, dura y tensa. Seguía enmudecido y él, con una sonrisa de oreja a oreja,
"te puedes acercar... es como un micrófono... manéjala como quieras" Tomó mi mano y empezó a deslizarlo arriba y abajo. Y sonreí... lo veía como un juego, no había en mi mente nada sucio.
En unos movimientos, quité la mano. Mi hermano se bajó y corrió al baño.
Durante años no supe por qué se fue. No entendí nada. No sabía si se había enfadado.
No volvimos a hablar de lo que ocurrió aquella noche.
LA INOCENCIA DE LA CORTA EDAD...
ResponderEliminarUN SALUDO GÙDE!!!
Pues sí, en mi caso fue así además de ser una experiencia q en lo sucesivo ayudó...
EliminarLa inocencia nos permite ignorar el significado de ciertas cosas, pero también nos evita disfrutar de otras tantas. ¿Cuál fue el caso?
ResponderEliminarUn saludo.
El primero evidentemente en mi caso. Al ignorar ciertas formas sexuales en aquella edad, no se le da ninguna importancia... solo el cariño hacia el hermano q nunca ha dejado de existir.
EliminarSalu2
Sin duda que la inocencia te hizo no darle importancia, pero ... y cuando ya llegastes a una edad en la que comprendistes ¿ tampoco se la distes?
ResponderEliminarbesos
Por supuesto q sí... en cuanto empecé a entenderlas. Te aseguro q fuí un chico tardío, demasiado inocente. Ahora, de mayor, me explico muchas cosas.
EliminarBesotes
la inocencia puede encubrir abusos y eso no es bueno cuando se trata de menores...saludos.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo pero en este caso, solo quedo en el momento.
EliminarSalu2