Mi hermano

PARA “ELLA”…

Las noches van pasando… mi hermano en la cama de arriba yo en la de abajo escuchando sus gemidos ahogados… sintiendo el movimiento de la litera. Me asusto, soy demasiado joven e inexperto… también muy asustadizo y vergonzoso. Acaba y me duermo tranquilo, por fin una noche más a pasado. No se que es lo que le puede pasar a mi hermano… estará enfermo… esos temblores. Al día siguiente salgo de dudas.

Nos levantamos. El resto de la familia ha salido… se ducha y se va al salón. Desde allí me llama. Voy… le contará a su hermano pequeño qué es lo que le está pasando… encuentro a mi hermano tumbado sobre el sofá, totalmente desnudo. Me acerco y, según camino hacia él, noto como mi cara se empieza a sonrojar… no comprendo qué es lo que me está pasando. Su tremenda polla tiesa me ha atraído y no puedo quitar los ojos de ella. Mi hermano se la levanta con sus manos… yo me arrodillo, la tomo con mi mano y empiezo a acariciarla con un movimiento lento de arriba abajo. Noto como él se empieza a poner cada vez más nervioso… jadea, gime. Su polla, según pasa el tiempo, se pone más roja y caliente. Mi hermano me coge de la cabeza y empuja… “chúpalo”.

Le quiero tanto que accedo a sus deseos. Pensé…¿hay algo más bonito que darle gusto y cariño a tu hermano?...

Mi vida continuó y nunca más se volvió a repetir aquella escena. Pero yo me quedé “tocado”. Tanto es así que, al llegar un verano, quedé con un vecino de mi edad para montar en bici… comenzó una nueva vida.