Antaño, los soldados españoles iban cargados con sus picas por tortuosos y largos caminos, recorriendo interminables jornadas hasta que, por fin, llegaban a su destino, exhaustos pero con fuerzas suficientes para clavar sus picas...
Desde entonces, esta expresión se dice cuando se ha logrado algo difícil y constituye un hito, es decir, llevar a buen puerto algo que es realmente complicado. Y cuán sabia es nuestra terminología aplicable.
Pues sea cual sea el día o la circunstancia, siempre deberían de quedar fuerzas para poner esa pica...
ResponderEliminarTu lo has dicho bien... deberían quedar fuerzas... siempre y cuando no nos fallen los elementos externos jajajaja
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